En tiempos de economía circular y de medición de impactos, la gestión de los desechos se convirtió en una pieza clave de la gestión productiva. Muchas empresas vienen observando de cerca cómo ocuparse de los rezagos. Algunas, incluso, decidieron invertir capital para hacer más eficientes los procesos de disposición final.
Tal es el caso de Mastellone, que construyó un Centro de Circularidad de Residuos (CCR) en su complejo industrial, ubicado en la localidad de General Rodríguez. Se trata de un galpón cuya instalación demandó alrededor de un año y medio de trabajo entre diversas áreas de la compañía y una inversión total de u$d150.000. La premisa es mejorar la sustentabilidad del proceso productivo a corto plazo, mientras que aspiran a alcanza una meta ambiciosa: “Lograr Cero enterramiento de residuos para finales de 2024”, anticiparon los responsables del área.
Como resultado de esta iniciativa, la compañía ya redujo en 50 toneladas el volumen de residuos sólidos que son recolectados a lo largo de un circuito de 12 puntos distribuidos en la planta. “Esto implicó un proceso de concientización de todos los colaboradores de la compañía que cuentan con contenedores específicos donde depositar los diferentes tipos de residuos”.
Nueva cadena de valor
El CCR es un galpón de 400 metros cubiertos donde se procesan 47.000 kilos de residuos al mes, entre cartón, envases de tetra, sachets y plásticos PET, entre otros.
Allí, un equipo de 6 personas distribuidas en dos turnos clasifican y gestionan las máquinas con las que se compactan y almacenan residuos generados y preclasificados en los distintos sectores de planta.
En el depósito, una máquina compactadora es la encargada de aprisionar los plástico, cartones, bolsas, polietileno para reducir al máximo su volumen. Esa tasa de compactación que se logra permite mejorar la eficiencia del transporte de los rezagos, disminuyendo la huella de carbono.
Mediante la selección y enfardado, el centro permite concentrar los rezagos en una única área, minimizando el impacto de la actividad en el resto del Complejo Industrial. Además, este proceso facilita el almacenamiento ordenado de los desechos que quedan a disposición del siguiente eslabón de la cadena: quienes se ocupan de retirarlos para reutilizarlos.
“Podemos reinsertar parte de nuestros residuos en una nueva cadena de valor”, afirma Juan Alonso Jefe de Gestión y Control Ambiental de Mastellone Hnos.
y añade que esta iniciativa se alínea “con el objetivo de asegurar el desarrollo sustentable de las operaciones, por lo que sumar valor sustentable a otras empresas mediante una mejor gestión de los residuos propios es un gran orgullo”.
3R en línea con los ODS
El centro fue adaptado además para conservar en buenas condiciones los
residuos que pueden servir de insumos para envases/productos confeccionados con
material reciclado.
Según explicaron representantes de la empresa durante una recorrida al CCR de la que participó Intersección, esta iniciativa está enfocada en tres pilares fundamentales: la Reducción, la Reutilización y el Reciclado, como parte del compromiso de la empresa con el
medioambiente y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones
Unidas y de alcanzar una mayor circularidad.
“Estamos seguros de que la construcción del CCR tendrá beneficios para los distintos actores involucrados en la gestión de residuos y para la sustentabilidad en general”, señaló Marcos Muñoz Viegas, Jefe de Medio Ambiente, Higiene y Protección Industrial del Complejo Industrial.
