La violencia por cuestiones de Género sigue siendo una asignatura pendiente en Argentina. Según las estadísticas, creció en el último año, a tal punto que dejó ubicado al país en el segundo lugar de un ranking global de 39 países.
Así lo revela un informe de Voices según el cual, Argentina se ubica en el top 2 del ranking de países con mayor proporción de mujeres que señalaron haber padecido situaciones de violencia, ya sea física, psicológica o económica.
Esta situación permea todos los estratos sociales y los ambitos más diversos. El laboral no es una excepción. Cada vez se registran más personas que son víctimas de violencia, aunque muchas de ellas prefieran no denunciarlas.
Sin embargo, las empresas están poniendo el tema en sus agendas. “Desde el ámbito laboral, las organizaciones pueden tener un papel activo en prevenir y abordar la violencia laboral, pero también acompañar, asesorar y contener a mujeres que estén viviendo situaciones de violencia en otros ámbitos de su vida”, señalan en Grow-género y trabajo, que acompaña a las organizaciones en la prevención y abordaje de la violencia y el acoso.
“La violencia doméstica tiene un impacto muy grande en el ámbito laboral. las personas que la atraviesan enfrentan múltiples desafíos que afectan su bienestar y esto repercute directamente en su rendimiento y presencia en el trabajo”, explicó Azul Picón, coordinadora del área de violencias de Grow.
Brindar respuestas sensibles
A pesar de la visibilidad que viene cobrando el tema, la violencia no disminuye. Según un nuevo informe de ONU Mujeres y la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) revela que, en 2023, un total de 85 mil mujeres y niñas fueron asesinadas en el mundo.
A nivel local la situación tampoco mejora: En el segundo trimestre de 2024, más de 2 mil personas denunciaron un hecho de violencia doméstica en la Ciudad de Buenos Aires. El dato surge del último informe de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), que depende de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN).
La cuestión se fue instalando en las agendas de varias empresas que decidieron tomar cartas en el asunto.
En el caso de Banco Galicia, disponen de un Protocolo de Asistencia a las personas en Situación de Violencia de Género, en el marco del cual, ofrecen “licencia remunerada, asesoramiento legal, atención psicológica y asistencia económica a las personas que lo necesiten”, detalló a Intersección Paula Valentín – Líder de Diversidad e Inclusión Galicia, quien añadió que en 2023 trabajaron “en la formación de los equipos especializados que brindan respuestas adecuadas y sensibles”.
En esa compañía, además de implementar campañas de sensibilización entre los empleados, vieron que la articulación con otros actores resulta clave para mejorar la respuesta.
Así, este año se sumaron a Igual es mejor, una alianza estratégica con UNFPA. “Y trabajamos en alianza con Momento 0, una organización especializada en acompañar a mujeres en situación de violencia de género. Este equipo multidisciplinario nos permite garantizar un acompañamiento integral y profesional a quienes atraviesan estas situaciones”, explicó Valentín.
Activismo interseccional
La cuestión de la violencia de Género también se ubica en la agenda de Unilever: “Hoy contamos con nuestro Protocolo de Violencia que es fruto de dos años de trabajo junto a los equipos internos de la compañía y Fundación Avon. Además, llevamos adelante capacitaciones a toda la compañía para poder tener un abordaje más profundo de estas situaciones”, afirmó María Bulla, Gerente de Responsabilidad Corporativa y de Impacto Social de Unilever.
En esa línea, impulsaron el Movimiento de Equidad, Diversidad e Inclusión desde hace 3 años. “Este activismo interseccional, está formado por colaboradores de diversas áreas, jerarquías, edades e intereses personales que trabajan en pro del avance de la agenda de Equidad, Diversidad e Inclusión. Desde este lugar, trabajamos ejes como Género, LGBTIQ+, Discapacidad, Nivel Socioeconómico, Edad y Masculinidades y se brindan cursos, capacitaciones, talleres, asesorías a toda la compañía, se diseñan políticas entre otras iniciativas”, amplió Bulla.
Una línea ética
Por su parte, en Grupo San Cristóbal implementaron el Protocolo de Actuación ante Situaciones de Violencia y Acoso Laboral para identificar, gestionar y resolver casos de violencia y acoso dentro de la organización.
Además, cuentan con “una Línea Ética, canal confidencial y accesible para reportar cualquier tipo de violencia o acoso de manera segura”, explicó a Intersección Silvia Battilana, Especialista en Sustentabilidad de Grupo San Cristóbal. Y precisó que esta medida “se complementa con licencias por violencia doméstica o intrafamiliar de 15 días con la posibilidad de prórroga por otros 15 días” para aquellos colaboradores que así lo requieran.
En esa empresa consideran clave la formación de los líderes: “más del 85% de los líderes de Grupo San Cristóbal participaron de capacitaciones sobre violencia de género que se realizaron con modalidad e-learning, profundizando en la situación actual de la violencia de género y proporcionándoles la capacidad de promover una cultura de #IntegridadONada, uno de los principios culturales clave de la empresa”, describió Battilana.
También ellos apuestan a la colaboración con actores sociales clave como ONU Mujeres y bajo los Principios WEPs de la ONU para integrar las mejores prácticas en términos de igualdad de género y derechos humanos.
Superar estigmas
Lejos de ser lineal, la implementación de estas estrategias también exige adaptaciones y nuevas exploraciones.
Según explica Valentín, del Galicia “el principal desafío radica en abordar barreras como el estigma social y cultural que aún rodea a la violencia de género”.
Para superarlo, apuestan a la comunicación “para sensibilizar y generar conciencia de que el proceso es totalmente anónimo y confidencial”. Y además promueven “normalizar la conversación sobre violencias dentro de la organización y generar un entorno de confianza donde las personas puedan romper el silencio y recibir la ayuda necesaria”.
Igual es mejor
Con el foco puesto en la prevención y las alianzas, Natura y Avon se unieron a Igual es Mejor, una alianza creada por el Fondo de Población de Naciones Unidas para Argentina (UNFPA) en Argentina, para atender y dar respuesta a esta problemática.
La iniciativa propone la capacitación asincrónica de colaboradores y colaboradoras para la prevención de las violencias contra las mujeres, buscando extender el mensaje al conjunto de los equipos.
“Trabajar en entornos libres de violencia no es sólo una obligación para las empresas, sino también es parte de nuestro compromiso con crear cambios estructurales en la sociedad”, afirmó Lucila Ferrari, Gerenta de Recursos Humanos de Natura y Avon Argentina. Y llamó a reflexionar: “Tenemos que mirar qué hay detrás de esas violencias, y también trabajar para erradicar los imaginarios y prejuicios que atraviesan nuestra sociedad, para prevenir y garantizar el desarrollo de las personas en condiciones más igualitarias y equitativas”.
Estas alianzas que buscan profesionalizar la respuesta a la violencia tienen antecedentes. En 2022, Avon y Quiddity, con el apoyo de la Casa del Encuentro y ONU Mujeres, realizaron una encuesta que reveló que si bien el 80% de las mujeres atravesaron situaciones de violencia de género, solo la mitad de ellas las reconocieron como tales “y sólo el 11% logró pedir ayuda”, precisaron.
“Es fundamental que la sociedad entienda lo que significa ser parte de una red de apoyo reconociendo que hay un rol de corresponsabilidad”, señaló Ana Inés Álvarez, Directora Ejecutiva de Fundación Avon.
Desde esa empresa están llevando adelante la campaña #HagamosRed para salir de la violencia, “que nace una convicción: si no hablamos, si no nos escuchamos, no podemos cambiar. Si no ofrecemos información clara y accesible, no podremos romper el ciclo de la violencia”, añadió Álvarez.
Ecos, historias de violencia en el trabajo
Grow- género y trabajo presentó una campaña que busca generar conciencia sobre el impacto de este tema en el ámbito laboral.
La propuesta Ecos, historias de violencia en el trabajo busca visibilizar situaciones que muchas veces son naturalizadas. Incluso, advierte sobre las diversas formas que cobra la agresión: en lo que respecta a la violencia digital, puede tratarse de Ciberacoso, difusión de imágenes íntimas, Grooming, Doxing.
“Según una encuesta que realizamos, en América Latina y el Caribe el 69% de las personas respondieron haber vivido o presenciado situaciones de violencia laboral. Pero este porcentaje varía según el género: 73% mujeres cis, 62% varones, 64% de personas no cis género”, señalaron desde Grow.
La campaña consiste en un ciclo de podcast que, a partir de situaciones ficcionalizadas, reflexiona sobre los distintos tipos de violencia, sus características, consecuencias. Se complementa con videos animados que profundizan en lo que es la violencia y cuáles son sus impactos, y suma una encuesta a trabajadores/as de América Latina.
Para conocer más sobre esta iniciativa: accedé aquí
Para accede al podcast, cliqueá aquí
Cómo abordar la violencia
Muchas organizaciones tienen la percepción de que hablar de violencia laboral, en lugar de mejorar el problema, aumentará rumores y chismes. Pero, hablar de este problema de manera abierta y constructiva trae mejoras significativas en el ambiente laboral. Grow aportó estas recomendaciones:
- Visibilizar lo que sucede. Las situaciones de violencia están presentes en las organizaciones y visualizarlas para luego abordarlas es el primer punto para poder generar confianza institucional, y así realizar una transformación profunda.
- Abordar la violencia desde una mirada preventiva, con espacios de sensibilización y reflexión que interpelen estas prácticas que están tan arraigadas para emprender espacios libres de violencia y acoso laboral.
- Generar políticas y protocolos de prevención. Cuando las organizaciones definen una política o protocolo sobre cómo abordar estas situaciones, las personas se sienten más contenidas, apoyadas y habilitadas para hablar por los canales formales de la organización.
- Formas a los equipos y a personas en puestos de liderazgo, ya que son quienes afrontan la fundamental tarea de recepcionar y abordar estas situaciones, para que cuenten con más herramientas para gestionar adecuadamente estos casos
- Armar una estrategia sólida de comunicación: contar lo que la organización está realizando, difundir canales y herramientas disponibles, y generar campañas de comunicación específicas sobre la temática, es otra de las estrategias para darle visibilidad al tema.
