Los discursos de odio son expresiones que tienen como objetivo a determinados grupos sociales y/o demográficos y generan un clima de intolerancia que promueve la discriminación, la hostilidad y la violencia.
Según una consulta realizada por UNICEF Argentina a través de la plataforma U-report, casi la mitad de las y los adolescentes escucha regularmente comentarios homofóbicos o transfóbicos por parte de las y los adultos que los rodean, el 70% sufrió o conoce a alguien que fue víctima de discriminación o acoso, y siete de cada 10 piensan que el bullying es un tema que precisa más atención por parte de sus familias.
Víctimas del bullyng
Estas declaraciones tienen su correlato en un fenómeno registrado en el último informe sobre la situación de niñas, niños y adolescentes (UNICEF, 2023): en 2023 hubo un incremento frente a 2022 – de un 13% a un 17% – de aquellas madres y padres cuyas hijas o hijos sufrieron bullying, como de quienes mencionan que, en las escuelas, al menos algún compañero de su hija o hijo lo ha experimentado: de un 19% a un 25%. En esta misma línea, aproximadamente 200 mil adolescentes han sido víctimas de bullying y más de 400 mil compañeros de ellos lo han sufrido.
A través de una serie de spots y piezas para redes sociales, la campaña #SeLlamaOdio, que cuenta con el apoyo de activistas de la organización EsConESI en el desarrollo de los contenidos, pone el foco en la responsabilidad que las familias y personas adultas de referencia tienen en frenar la transmisión de frases y actitudes discriminatorias que se pueden reproducir en ámbitos como la escuela o las redes sociales.
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