El proyecto que busca establecer la prohibición absoluta de conducir habiendo consumido alcohol, fue aprobado por la Cámara de Diputados.
Se trata de una iniciativa que desde hace ya dos décadas reclamaban familiares de víctimas de accidentes de tránsito, con Vivian Perrone como referente de esa lucha. Su hijo, Kevin Sedano, había sido atropellado y abandonado en agonía en mayo de 2002 por Eduardo Sukiassian, quien se dio a la fuga. Kevin murió a los pocos días. Sukiassian sigue libre y conduciendo.
“Hace 20 años, madres y padres de víctimas de conductores borrachos presentaron en el Congreso al primer proyecto de ley de #AlcoholCero al volante. ‘Si sabemos que el alcohol al volante mata, ¿qué estamos esperando?’, se preguntaban sin obtener respuesta”,
planteó Pablo Martínez Carignano, titular de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), que se puso al hombro esta campaña en los últimos años y brega por la urgente sanción de la ley.
Pero no es sencillo. En sentido contrario patean algunos lobbies que hacen sentir su peso y juegan en contra de la sanción de esta ley.
En el recinto de la Cámara de Diputados, el proyecto que reforma la Ley de Tránsito para reducir de 0,5 a 0 miligramos la cantidad de alcohol por litro de sangre que puede tolerarse para conducir, cosechó con 195 votos afirmativos, 19 en contra y cuatro abstenciones. Tanto los contrarios como las abstenciones, se vinculan con provincias en las que la actividad vitivinícola es central.
Basta de sillas vacías
Sostenido por diversas organizaciones de la sociedad civil -Madres del Dolor, Luchemos por la Vida, entre otras- el reclamo de que se instaure el alcohol cero a nivel nacional es apoyado también por más de 70.000 personas que sumaron sus firmas a una campaña que Viviam Perrone lleva adelante a través de la plataforma de Change (Change.org/AlcoholCero)
“Nos juntamos para que otros no estén en nuestro lugar. Para que no haya más sillas vacías en la mesa familiar”, plantea Perrone en la petición, impulsada en representación de familias que perdieron seres queridos “en hechos violentos, la mayoría en hechos viales”. “Conductores ebrios, a exceso de velocidad o dándose a la fuga después de atropellar a nuestros seres queridos nos han cambiado la vida para siempre”, plantean.
Ahora, deberán bregar porque el camino de la ley no sea minado con obstáculos en su recorrido por el Senado.
Alcance nacional
La actual Ley de Tránsito que rige a nivel nacional establece -para quien conduce cualquier tipo de vehículos, excepto de transporte de pasajeros y de carga- una tolerancia de hasta 500 miligramos (0,5 gramos) de alcohol por litro de sangre; para motocicletas o ciclomotores hasta 200 miligramos (0,2 gramos). Para transporte de pasajeros, de menores de edad y de carga, ya rige alcohol cero.
Sin embargo, el alcohol cero al volante ya está vigente en siete provincias y, a nivel municipal, en trece localidades. Allí, el impacto positivo en términos de reducción de siniestros viales es claro.
La provincia de Buenos Aires también avanza en ese sentido. En octubre pasado, el Senado provincial le dio media sanción a la iniciativa y ahora aguarda su tratamiento en la Cámara de Diputados.
