Por Fátima Cheade
Zoe levanta botellas de plástico, latas y bolsas de nylon de entre el pasto y los arbustos. César hace lo mismo con cascotes y otros desechos diseminados a la vera de los senderos. Las carretillas van y vienen. Julieta comienza a separar y clasificar los residuos y a colocarlos en bolsas. La ayudan otros voluntarios. Juntos dedican su jornada de trabajo, que habitualmente es en oficinas, a la limpieza de la Reserva Ecológica de Lugano, una zona protegida de 36 hectáreas en plena ciudad de Buenos Aires.
Zoe, César y Julieta fueron parte de un grupo de 23 trabajadores de distintas áreas de MetroGas que contribuyeron a recolectar un total de 90 kilogramos de plásticos, escombros y desechos que, además separaron, embolsaron y removieron de la zona.
La actividad que realizaron parte del Programa de Voluntariado que la empresa lleva adelante desde hace diez años, comprometida con el cuidado del medio ambiente y la comunidad, y también con sus trabajadores, a los que acompaña en estas acciones con organización, recursos y presupuesto.
“La finalidad de la jornada fue mantener limpia la costa del lago para proteger la biodiversidad, mejorar la calidad del agua y la salud de las personas, lo que genera un fuerte impacto de sensibilización para quienes participan y para la comunidad cercana”, explicó a Intersección la gerente de Asuntos Públicos y Sustentabilidad de MetroGAS, Viviana Barilá, a cargo del área que coordina el Programa de Voluntariado.
Alianzas con propósito
Como parte de su política de ESG, la compañía trabaja junto a organizaciones no gubernamentales (ONG), con las que mantiene alianzas estratégicas. Así, para la limpieza de la Reserva Lago Lugano se unió a Plantarse.org, una entidad dedicada a la concientización sobre cuidado de medio ambiente y cambio climático con la que desde 2021 viene realizando diferentes actividades como fue la plantación de árboles en la Reserva de Avellaneda y en la escuela agrotécnica Santa Teresa del Niño Jesús, de Lomas de Zamora.
“Nuestro Programa de Voluntariado tiene un enfoque sólido respaldado por una política corporativa y el propósito radica en canalizar el potencial y las habilidades de sus empleados en beneficio del desarrollo social, involucrando a la empresa, a los colaboradores, así como a la comunidad en general en el cuidado del medio ambiente”, precisó Barilá.
La compañía también colabora con otras ONG como Multipolar, Cascos Verdes, Cáritas y Botellas de Amor. Con Multipolar, que ayuda a personas en situación de calle, trabaja actualmente en la creación de un banco de alimentos para comedores y merenderos cercanos, a los que como parte de otra iniciativa, ha ayudado con mejoras de infraestructura como instalaciones internas de gas y de pintura.
La empresa realiza además campañas anuales para el Día de la Niñez, en la que se donan juguetes, juegos y libros a ONG, comedores y merenderos, y lo mismo sucede en Navidad, cuando compra productos a emprendedores y los empleados participan del armado de los regalos.
Para Barilá, “es un orgullo como empresa mantener diez años de voluntariado, que el número de trabajadores que participan del programa sea estable año tras año y que se puedan unir esfuerzos empresa y trabajadores con las ONG en alianzas estratégicas que den valor a sus acciones”.
Acción y regeneración
Por su parte, Mariano Padró, fundador y director de Plantarse.org, destacó el trabajo conjunto con la empresa como “un aspecto fundamental para llevar adelante las acciones de la organización” en pos de “un futuro sostenible” y detalló que además de la limpieza de la Reserva de Lugano y de Avellaneda, con MetroGas realizaron armados de huertas y composteras y plantado de 300 árboles en total, además de jornadas de limpieza de costas, como la de Villa Lugano.
“La actividad interpela bastante a quien participa, porque los residuos que uno levanta también tienen que ver mucho con uno, con lo que uno consume y con lo que hace con los envases “, reflexionó Padró como balance de esa jornada.
El Programa de Voluntariado de la empresa tiene un cronograma de actividades que abarca todo el año y que articula con varias instituciones. Y los empleados que participan de las actividades son de áreas comerciales, administrativas y operativas.
“Tratamos que los voluntarios se involucren en proponer la organización con la que trabajar y en hacer la actividad, nosotros les facilitamos los procesos. La idea es que siempre haya una participación diversa y sostenida”, sostuvo Barilá.
El resultado es que existe “bastante rotación de gente y el promedio de participación es alto y se mantiene estable entre un diez y un quince por ciento. El mayor mérito es haber sostenido este programa de manera ininterrumpida desde 2015, con planificación y recursos”, completó.
Encontrar la circularidad
Hace algunos años, Metrogas comenzó a trabajar con la fundación Botellas de Amor, pero la actividad siguió en el tiempo y desde ese momento la mantienen. La organización se encarga del reciclado de plásticos de un solo uso que recibe dentro de botellas limpias.
Para recolectarlas, la empresa dispuso en sus oficinas y bases operativas urnas donde la gente lleva esas botellas rellenas de materiales que no se pueden reciclar y luego son entregadas a la ong que las convierte en muebles de plástico que ellos comercializan. “El año pasado, nosotros mismos les compramos esos muebles y los armamos acá para ponerlos en los espacios comunes de la empresa”, contó Barilá, que destacó en esta acción la importancia de “encontrar la circularidad de las acciones”, que puede tener un impacto económico, ambiental y social.
Para más información, te recomendamos este video
