Las Cataratas del Iguazú han sido la excusa para declarar a los Parques Nacionales de Iguazú (Argentina) y do Iguaçu (Brasil) Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Ambos parques protegen otro elemento que bien podría decirse que también es Patrimonio de la Humanidad, el Yaguareté.
Por Emilio White*
La Selva Atlántica es una de las eco-regiones selváticas más amenazadas del mundo. Queda tan solo el 7% de su cobertura original. Pero a pesar de esta dramática realidad, dentro de este pequeño porcentaje, existe un lugar, una región, donde el más grande de los felinos americanos todavía resiste. Es el macizo de selva conformado principalmente por el Parque Nacional Iguazú y su par brasileño, el Parque Nacional do Iguaçu entre otras áreas.
Aquí donde el río Iguazú y sus imponentes saltos de agua convocan a más de un millón y medio de turistas cada año, brasileños y argentinos trabajan codo a codo para conservar los yaguaretés de esta región selvática, que supo ser un solo bloque de selva, desde la provincia de Misiones hasta el Océano Atlántico, hoy altamente fragmentada.
A través de los Proyectos Yaguareté de Argentina y Onças do Iguaçu en Brasil, se trabaja en conjunto para salvar a una población de jaguares que no sabe de límites políticos. Así es, el Río Iguazú no es una barrera para ellos que lo cruzan todo el tiempo y se pasean entre la Argentina y Brasil como panchos por su casa.
De esta manera se monitorea la población con trampas cámara, esto gracias a que las manchas en los jaguares son únicas e irrepetibles en cada individuo, de esta forma es posible identificarlos y ponerles nombres. Por su parte se han llevado a cabo capturas de ejemplares para la colocación de radio collares y entonces ver cómo son sus movimientos. Además, se trabaja activamente con propietarios de establecimientos rurales vecinos a los parques, a fin de tratar la problemática derivada por la depredación de ganado. También se realizan actividades de educación ambiental destacando la importancia del Yaguareté dentro del ecosistema selvático y sobre su importante rol en la cultura local.
Así es entonces, dos países, dos gobiernos y personas de habla castellana y portuguesa, unidos para estudiar y proteger una especie emblemática desde lo cultural y clave desde lo biológico. El Yaguareté haciendo de puente entre culturas, idiomas y sobre todo trazando vínculos virtuosos entre personas comprometidas con una misma causa, cuidar nuestro Patrimonio Natural. Instagram: @white.emilio @oncasdoiguacu @proyectoyaguarete
*Emilio White es Fotógrafo naturalista