Con una inversión de 40 millones de dólares y la incorporación de 200 nuevos puestos de trabajo directos e indirectos, Coca-Cola Andina Argentina inauguró una nueva línea de producción de envases retornables, en Mendoza.
A través de esta operación, se producirán botellas retornables, que son más sustentables y más económicas. Se trata de envases más resistentes y duraderos y pueden reutilizarse en promedio hasta 25 veces, reduciendo la cantidad de plástico.
La operación de esta línea, una de las más grandes y rápidas de Sudamérica, cuenta con tecnología de última generación para la producción de envases retornables PET. Tiene la capacidad de procesar hasta 48 mil litros por hora en distintos formatos de envase y en simultáneo, destacándose así por su velocidad y versatilidad.
Bajo consumo, alta eficiencia
La infraestructura cuenta con tecnología LED de iluminación de bajo consumo y alta eficiencia, lo que favorece el ahorro energético. Además, cuenta con un sistema de agua de dos pozos propios que permiten abastecer a todos los servicios de la planta, siendo así la línea modelo de Coca-Cola Andina Argentina.
Miguel Ángel Peirano, Vicepresidente Ejecutivo de Coca-Cola Andina se refirió al «compromiso del Sistema Coca-Cola con la inversión y el desarrollo sostenible en el país. Esperamos que esta nueva operación en Mendoza sea fundamental para continuar expandiendo la retornabilidad en Argentina y dar un paso clave hacia una economía circular que fortalezca la industria local”.
Más retornable
«La inauguración de esta nueva línea acompaña el compromiso de Coca-Cola por liderar el cambio hacia un futuro en el que Vivamos Más Retornable”, señaló Enrique Pérez Estévez, Gerente de Asuntos Públicos y Comunicación en Coca-Cola Andina Argentina.
El recorrido de estos envases funciona mediante un sistema de Logística Inversa: los camiones de distribución que llevan las botellas llenas son los mismos que vuelven con los envases vacíos a la fábrica.
Para poder ser reutilizados, los envases PET cuentan con un diseño homogéneo llamado Botella Universal, una iniciativa que comenzó en Argentina y hoy es producida por toda América Latina.