La iniciativa Municipio Unido por la Niñez y la Adolescencia (MUNA) que lleva adelante UNICEF sumó 86 municipios de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Entre Ríos, Jujuy, Misiones, Salta, Santa Fe y Tucumán. El objetivo es que los gobiernos locales pongan en el centro de sus agendas a las infancias y las adolescencias.
MUNA propone a los municipios diversas líneas de acción para fortalecer los derechos de la infancia y la adolescencia tales como estrategias para vincular a adolescentes fuera de la escuela; trabajar junto a niños, niñas y adolescentes con discapacidad; promover el cuidado de la salud sexual y reproductiva en adolescentes o desarrollar entornos libres de violencia, entre otras.
Educación y Salud
Un primer grupo de 46 municipios ya trabaja en la implementación de acciones, como es el caso del municipio de Alderetes (Tucumán) que, a partir del ejercicio del autodiagnóstico, identificó la necesidad de revincular a adolescentes que habían abandonado la secundaria y lleva a cabo operativos de búsqueda para que chicos y chicas vuelvan a la escuela.
Por su parte, el municipio de Palpalá (Jujuy), que junto a otros 12 municipios definió trabajar en entornos saludables, ya habilitó salas de lactancia para la crianza en primera infancia. El municipio de Reconquista (Santa Fe), al igual que otros 14 municipios, también está dando los primeros pasos para elaborar un plan integral de residuos sólidos urbanos, luego de priorizar la línea temática de Medio Ambiente.
“A través de MUNA buscamos apoyar a los gobiernos locales en el fortalecimiento de su gestión. Son actores clave para contribuir a la mejora de la calidad de vida de niñas, niños y adolescentes y al ejercicio de derechos en sus comunidades”, destacó Sebastián Waisgrais, Especialista de Inclusión Social y Monitoreo de UNICEF Argentina.
Los números de la exclusión
De acuerdo con un análisis de UNICEF sobre datos oficiales, 7 millones de niñas, niños y adolescentes están en situación de pobreza por ingresos (56%) y si se combinan la pobreza por ingresos junto a privaciones de derechos, el número asciende a 8,6 millones (68%).
En términos educativos, solo el 58% de las y los adolescentes que pertenecen a los quintiles socioeconómicos más bajos asisten al ciclo orientado, frente al 76% de los quintiles más altos (MICS, 2019-2020). Por otro lado, completar la escuela secundaria es el mayor desafío: solo 1 de cada 2 adolescentes de contextos vulnerables urbanos lo hace hasta los 19 años (EPH, 2022). En promedio, los datos educativos muestran que solo 29 de cada 100 estudiantes egresan con trayectoria continua y completa (MEN, 2022).
MUNA se estructura como un plan de trabajo a cuatro años, en el que cada municipio deberá ir cumpliendo objetivos definidos para cada etapa. Durante el primer año, los municipios deben conformar un equipo de trabajo, realizar un autodiagnóstico para identificar las principales problemáticas dentro de sus comunidades en materia de niñez y adolescencia y trazar un plan de acción integral compuesto de estrategias específicas para a dar respuesta a dichos problemáticas durante los siguientes tres años.
