Fuente: Conicet
La enfermedad de Alzheimer es un tipo de demencia que afecta a más de 30 millones de personas en el mundo causando problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento de manera progresiva.
Esta enfermedad aún no tiene cura: las personas con Alzheimer viven un promedio de ocho años después de que los síntomas se vuelven evidentes. Por eso, la comunidad científica global busca entender los mecanismos que provocan la enfermedad y generar estrategias para retrasar su aparición o prevenir su desarrollo.
La Alzheimer´s Association es una fundación sin fines de lucro de Estados Unidos que recibe donaciones y con lo recaudado subsidia investigaciones en el contexto de las enfermedades neurodegenerativas. Otorgó recientemente un financiamiento para dos proyectos de científicos del CONICET en el Centro de Investigaciones en Química Biológica de Córdoba (CIQUIBIC, CONICET-UNC) que buscan posibles tratamientos contra el Alzheimer.
“Todavía hay mucho por entender y descubrirse en torno a la enfermedad de Alzheimer”, asegura Anahí Bignante, una de las científicas del CIQUIBIC que obtuvo el financiamiento. Según explica, hasta el momento, se sabe que lo que provoca la muerte de las neuronas y el mal funcionamiento de las células del cerebro es la acumulación de una proteína pequeña llamada beta amiloide que activa la fosforilación y la acumulación anómala de otra proteína llamada tau.
Estas dos proteínas anormalmente plegadas son las marcas patológicas que caracterizan a la enfermedad de Alzheimer. El problema que aún no logra resolver la comunidad científica es por qué la proteína Aβ empieza a agregarse -deja de estar como una molécula única-, y se reúne formando agregados, estructuras más grandes, con un plegamiento anormal en el cerebro.
«Estamos probando una droga que se llama galeína, para justamente inhibir esa cascada. Hasta ahora lo hemos hecho con células in vitro, es decir células en placas de Petri, y en este momento estamos haciendo esos estudios in vivo, con un ratón modelo de la enfermedad, que pude adquirir gracias a este financiamiento”, añade Bignante.
Según indica la experta, que aún no exista una terapia efectiva contra la enfermedad de Alzheimer tiene que ver con el desconocimiento que aun hoy rodea a la enfermedad. “Si bien en 2023 aparecieron los tres primeros fármacos que podrían detener la enfermedad, no son la panacea, porque tienen numerosos efectos adversos. Yo creo que el mayor desafío es llegar al diagnóstico temprano, porque se sabe que esta enfermedad se va construyendo a lo largo de los años. Hasta que no exista alguna forma de detectar la enfermedad de manera sencilla no vamos va a poder llegar a una solución terapéutica. Pero por otro lado, es necesario que podamos esclarecer mecanismos patológicos que ocurren muy temprano en la enfermedad. Por eso es muy importante que la Alzheimer´s Association nos haya dado este financiamiento”.
Otra investigación
Por su parte, el proyecto de Lucas J. Sosa, científico del CONICET del CIQUIBIC que también obtuvo financiamiento de la Alzheimer´s Association, se trata de estudiar las causas de la neurodegeneración precoz que sufren las personas con síndrome de Down: cómo actúa la proteína abeta y tau, que son los elementos clásicos descriptos en Alzheimer, en esos casos.
Una investigación necesaria, teniendo en cuenta que las personas con síndrome de Down casi inevitablemente desarrollan la enfermedad de Alzhemier de manera precoz, es decir, cuando llegan a los cuarenta años de edad. “Alrededor de esa edad, ya empiezan a tener problemas neurodegenerativos”, explica Sosa.
El científico viene desarrollando esta línea de estudio desde hace muchos años. “Mi primer acercamiento al estudio del síndrome de Down fue en mi posdoctorado en Colorado, USA, en el cual estudiamos el neurodesarrollo en el síndrome de Down y cómo una proteína en particular, la proteína precursora de amiloide (APP), es la misma que da origen al fragmento amiloide beta luego de ser procesada».
Ahora, gracias al financiamiento obtenido, y en colaboración con el laboratorio de la científica Jeanne Lawrence, de la Universidad de Massachussets, Sosa aspira a “conocer algunos de los mecanismos que dan lugar a la neurodegeneración precoz en el síndrome de Down. Conocer esta potencial nueva vía también sería de utilidad para explicar el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer y estrategias terapéuticas y futuros medicamentos para mejorar la calidad de vida de las personas que sufren esta difícil enfermedad, la cual deshilacha el tejido de la memoria”, concluye el científico.













