En un país donde apenas el 24% de las estudiantes de ingeniería son mujeres, una nueva carrera desafía todas las estadísticas: la Ingeniería en Sustentabilidad que desde este año se dicta en la Universidad de San Andrés, donde ellas representan el 90% de la matrícula.
Se trata de una ingeniería con propósito que pone al desarrollo tecnológico y la innovación como eje central de las soluciones de sostenibilidad que hoy afrontamos como comunidad global. Su campo de aplicación está directamente vinculado con la transición energética, las energías limpias, las ciudades circulares y las soluciones tecnológicas del futuro.
“Esta es una ingeniería pura y dura, con una base de ciencias básicas y ciencias de la ingeniería, diseño, ciencias de la computación y ciencia de datos. Pero también con una mirada integrada del mundo”, explica Pedro Orbaiz, director de la carrera.
Esta mirada holística de la ingeniería es, por ejemplo, la que le permitió a Elon Musk,
fundador de Tesla y SpaceX, convertirse en la persona más rica del planeta. “La ingeniería que viene no es sólo eficiente: es transformadora”, concluye Orbaiz. Y todo indica que las mujeres jóvenes están listas para liderarla.