martes, noviembre 4, 2025

“Cuando las mujeres tienen la oportunidad, pueden ser agentes de cambio”

Fabiana Menna, de la Fundación Gran Chaco, reflexiona sobre el rol de las redes de mujeres rurales frente al cambio climático. Y cómo ellas logran –gracias a créditos y tecnología-, brindar respuestas innovadoras para sus comunidades

Por Fabiana Menna, Fundadora y presidenta de la Fundación Gran Chaco

Las mujeres rurales son las más afectadas por el cambio climático porque representan el sector más desfavorecido, con menor acceso a una serie de activos que son fundamentales para la resiliencia climática.

El acceso al crédito para poder planificar la producción frente a una emergencia climática, así como a tecnologías digitales para contar con información y participar de los sistemas de alertas tempranas son algunas de las barreras que limitan el potencial de desarrollo de las mujeres rurales.

También las evidencias han demostrado que cuando las mujeres tienen la oportunidad de superar estas barreras, pueden ser agentes de cambio, contribuyendo de manera significativa en la resiliencia climática, reduciendo pérdidas y daños del cambio climático y aportando propuestas innovadoras basadas en la naturaleza y en la incorporación de tecnología así como la transición justa hacia la energía renovable.

Institucionalidades en red

Desde Fundación Gran Chaco apostamos a organizaciones de base territorial de mujeres indígenas y campesinas y construyendo redes con mujeres de distintos sectores y escalas productivas para visibilizar ese potencial de las mujeres como un actor clave para el desarrollo sostenible de las áreas rurales, basado en la valorización de su biodiversidad y riqueza cultural.

Generando un ecosistema de nuevas institucionalidades en red, permite acelerar el acceso a mercados a conectividad con sentido y a oportunidades, contribuye en aumentar la resiliencia de las comunidades y a visibilizar a las mujeres como un actor fundamental en este proceso.

Mostrando la igualdad de género no sólo como una cuestión de justicia social sino como una herramienta estratégica que potencia las diferentes problemáticas, conocimientos, roles y propuestas que varones y mujeres en su diversidad pueden aportar.

En esta diversidad se basa la innovación en los procesos que estamos impulsando y sin la cual se trataría de aplicar simplemente modelos de desarrollo preestablecidos, unilaterales y seguramente destinados al fracaso.

Lograr impacto colectivo

Esta experiencia muestra un camino posible que se basa en algunos pilares fundamentales que han sido el resultado de los aprendizajes colectivos de un conjunto de actores que sigue apostando al trabajo colaborativo, compartiendo errores y aciertos y apostando a la generosidad y solidaridad con el común objetivo de lograr un impacto colectivo.

Estos pilares son:

  1. Empoderar al sujeto local, fortaleciendo la generación de nuevas institucionalidades autónomas lideradas por mujeres.
  2. Visibilizar y sistematizar los conocimientos locales sobre ecosistemas y biodiversidad.
  3. Invertir en las soluciones basadas en la naturaleza, incorporando y poniendo en valor los distintos roles de mujeres y varones en su diversidad sobre los ecosistemas.
  4. Generar redes: desde la Red Mujeres Rurales a Redes Chaco, al Women20, al Women and Gender Constituency, son algunos de los espacios que retroalimentan estos procesos territoriales y que brindan más sostenibilidad, diversidad de miradas, de agendas que se entrelazan, haciendo más visibles a las mujeres rurales como un agente de cambio.

 Para más información sobre Fundación Gran Chaco acceder aquí 

 

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